4.8.11

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*¿Todo irá bien?
 
Es lo que queremos, pero como podríamos saberlo? En esos momentos difíciles, los días se hacen más largos y esa mezcla de impotencia/incertidumbre y lagrimas, son tu alimento y bebida por esos días; el motivo de una breve sonrisa optimista, es el diagnostico alentador de un médico que te dice "esta estable, la operación fue un éxito" para días después meterte esa gran puñalada frontal disfrazada en un "tuvimos que conectarlo al respirador artificial, haremos todo lo posible…" o peor aún, fulminarte en el acto con un "hicimos todo lo que pudimos, pero...blablabla" 
 
Mi abuela, sus mañanas y tardes en aquel hospital, al lado del quien siempre fue y será su compañero inseparable; sus noches reuniendo a todos en su habitación para rezar el rosario…ese férreo catolicismo…esa admirable férrea resistencia de creer en alguien o algo, de dudosa bondad, en el que ya, hace tiempo, deje de creer.

Mi abuelo y su primer día después de la operación, perseverante, aunque frágil y adolorido, siguiéndome la conversación con un ligero movimiento de cabeza, sonríe y me despido, diciéndole "todo estará bien abuelito, lo peor ya paso"…pero estaba equivocado.

El final…imaginable, inimaginable para mí, al final ese no sé quién o no sé que, fueron más fuertes que sus ganas de vivir, los días siguieron siendo largos, y aquel desenlace feliz solo quedo en mi imaginación; al frente solo tenía realidad, una realidad oscura, fúnebre.

Sé que es en vano gastar pensamientos tratando de encontrar alguna explicación y es aun más difícil cuando no sabes a quien pedírsela, por más que invente o crea en una o mil teorías, nada le devolverá la vida; las palabras de alivio, nunca me sirvieron y nunca me servirán, y tal vez siga siendo incrédulo frente a esa comprensible costumbre consuelo de creer de que "Dios sabe porque lo hace" y que Dios pone a prueba a las personas más buenas, y por ende se las lleva antes.

Pero…y si ese razonamiento es cierto? De ser así, posiblemente los malos, viven más; entonces…Oh! debería de alegrarme porque quizás halle mí formula no secreta para la inmortalidad…una lástima que no tenga el tiempo suficiente, para experimentar y comprobar esa posibilidad.
 
* Nostalgias de un Abril-Mayo-Junio del 2010, recordadas, luego de leer Aquí, lejos de allá.