So simple

Preludio

Me duele el estomago

Querido blog:

Siendo exactamente las dos de la mañana con veintitrés minutos, he de contarte que hace más de ocho horas padezco de un aborrecible dolor abdominal, no sé cuál sea la causa; hoy, bueno ayer almorcé adobo de pollo, estuvo rico, me sirvieron pierna, a mí me gusta el pecho…y los huesos; acabo  de despertarme…acabo de regresar del baño, lo sé, creo que no es agradable contarte eso, pero hace tiempo que entre tú y yo no pasa nada, no, esta vez no me pidas callar, no me digas que las paredes oyen, porque no solo oyen, también comentan; cuando te creé, prometí que sería totalmente sincero y desinhibido contigo, sin reservas, naciste por ese extraño presentimiento mío – “Algún día sufriré de Alzheimer y sólo tu podrás ayudarme a recordar lo que era/soy” – te lo dije. Hoy podrás ser “Lo mismo que nada”, pero sé que esta nada, en un futuro me ayudara a recordar lo mejor de lo mismo. ¿Cómo me ha ido? Te preguntaras. Pues bien, sabes que siempre diré bien, sabes que a pesar de las miles de cosas cojudas que puedan pasar, el saldo siempre será positivo, no, no es optimismo, es solo ganas de joder, si, de joderla a ella, sabes,  cuando la conocí, esa primera vez que la vi, mostrándome todas las cosas que podría ver, todas las cosas que podría tocar, todas las cosas que podría saborear, me pareció tan putamente maravillosa y encantadora; caí rendido a sus pies, me tenía embobado con esa coqueta y pecaminosa sonrisa, que ni siquiera preste atención cuando se paró frente a mi y me dijo:

“Hola, soy la vida, y voy a patearte el trasero, hasta que termines en una caja de madera bajo tierra. Lo prometo”.

Y bueno, creo que lo hace pocas veces, o tal vez ya lo hizo tantas, que será por eso que no siento el trasero. Pero ni creas ah! en muchas ocasiones he sorteado esas patadas, he salvado mi trasero miles pero miles de veces. Simple, hoy estoy convencido quiero creer de que la vida es simple, que todo es cuestión de decidir, todo parte de una decisión, sea correcta o incorrecta, si es a tiempo, mucho mejor y si es incorrecta, también, siempre es mejor decidirse por algo, que decidirse por nada. Sin miedo. Decidir, decidir…decidir, es alentador saber que podrás intentarlo una y cuantas veces sean necesarias, hasta que el cartelito de “Try Again”, sea reemplazado por el de “Game Over”, ahí y solo ahí, preocúpate, lloriquea, laméntate y patalea sólo cuando sientas que el aire dejo de pasear por tus pulmones, porque ese será el principio del fin. El cielo y el infierno, son uno mismo, es aquí, vives en el, ¿acaso no lo has notado aun?. Todo lo que tengas que hacer o decir, es aquí y ahora, pero eso sí, ve con cuidado, la vida aprovechara esa mínima oportunidad para lanzarte un billete de cien dólares, te inclinaras al recogerlo y cuando menos lo pienses, recibirás esa patada en el trasero, creerás que es buena suerte, pero el billete resultara ser falso. Okey no me entiendes…obvia las soluciones fáciles.

¿Es injusta? - ¿Complicada? No importa, a mí siempre me sonríe, ¿sincera o hipócrita?. Tampoco importa. La veo todas las noches para jugar Jenga, mientras ella toma vino en una copa del mejor cristal, yo agua hervida en una taza de plástico.